Lightsaber metálico: sable de luz económico

     Con motivo de la Starwarsfever debido al próximo estreno del Episodio IX de Star Wars --se titule como se titule (hay auténtica expectación al respecto)--, es más que probable que los fans ardan en deseos de tener su propia espada de luz, y no esos juguetes de plástico más asequibles, pero frustrantes.

     No obstante, los sables de luz que se comercializan en metal y bonitos diseños no bajan de los 120 dólares, y algunos pueden llegar a los 900. Si es usted practicante de la Esgrima Jedi está bien.
     Pero si usted (o sus hijos) sólo quieren una bonita empuñadura metálica digna de un Jedai, sin luz ni efectos de sonido, pueden conseguirla acudiendo a los comercios de fontanería, bazares chinos o grandes almacenes.

     Esas personas tan simpáticas que fabrican todo tipo de llaveros y piezas de aluminio ´no tendrían ni que fabricar los moldes para tener piezas intercambiables y ensamblables de lightsaber: bastaría con usar los moldes con los que fabrican los conectores y tubos de estaño, y borrar las marcas de las medidas (3/4, 1/2, etc)

     Las siguientes fotos muestran un lightsaber de bricolaje todoacien, compuesto con conectores de fontanería y jardinería de estaño plateado y dorado de 3/4 y sus respectivos empalmes rectos, conectores de plástico pvc de 1/2 y su empalme recto, gomitas y una llave de bicicleta (la corona del extremo superior). Ah, y una tapa a modo de pomo en la base. Incluso la llave de bicicleta sobra, en los modelos que verán más adelante en esta página. 

     Existen unas piezas llamadas 'antielectrolisis' que tienen un buen color cobre y se pueden enroscar, constituyendo magníficos emisores del campo de fuerza del sable:

     Siempre puede añadirle su hoja de luz tras hacerse una selfie mediante una app al uso:

¡El arma de un padawan!:

     Los conectores de pvc ofrecen un elegante contraste con los de estaño, aliviando un poco el peso total del sable, de paso.
     Los empalmes de 1/2 son más estrechos que los de 3/4, y ello contribuye a diferenciar y estilizar el emisor de fuerza del extremo.

      Se puede construir un sable sólo con elementos de pvc (para niños, por ejemplo), pero la sensación que da uno de metal es muy realista.

No tiene luz, pero un buen fan sabrá añadirle un led, o una hoja de plástico, o sonidos. 

     Las hojas, como llaman a lo que simula ser láser (o campo de fuerza, la parte cortante del lightsaber) se pueden adquirir a parte, y salen más económicas. Alguna manera habrá de sujetarlas. Aunque, si van a practicar en serio la esgrima de luz, que ya es deporte oficial en Francia, mejor consiguen una comercializada, con leds de gran potencia y efectos de sonido. Al fin y al cabo, el equipo para la esgrima tradicional (con florete o sable), sale aún más caro.

Diversos sables que aparecen en la Saga (no son los comercializados, sino una ilustración de la Wiki para darles ideas para su bricolaje):

Tubo de Fuerza

     Por mucho que avancen las ciencias, va a ser difícil que el ser humano llegue a conseguir efectos tan sorprendentes como los que consigue un Jedi en las pelis sólo con su mente.

     Sin embargo, sí es factible que un día un aparato similar a una empuñadura de lightsaber pueda originar un campo gravitatorio local (restringido a una cierta área o distancia) que capacite a quien lo empuñe a atraer o repeler objetos, levitarlos y ayudarse así en la vida cotidiana (No es necesario destruir la Galaxia para usar la Fuerza).

     Se acaba de descubrir hace muy poco las ondas gravitatorias, y se está lejos de poder decir lo que es o no posible en ese tema. Tal vez el dominio de las citadas ondas y sus partículas posibilite el aparente milagro de dotarnos de campos antigravitatorios o gravitatorios de uso personal y portátil.

           Naturalmente, llegar a conseguir dominar la gravitación no será cosa de dos días, y mucho menos miniaturizar los componentes para que todos podamos llevar una empuñadura gravitatoria con la que mover muebles o atraer objetos lejanos.

     Pero es muy posible que se consiga algún día. Eso sí que sería una herramienta. Imagine la de cosas que puede conseguir con un campo gravitatorio local en su cinturón.

Sin duda, la voluntad de los científicos (y científicas) no se dejará vencer antes de conseguirlo.

Pirámides de aluminio

En los bazares y tiendas de recuerdos encontramos todo tipo de cachivaches de aluminio, bonitos pero mayormente poco útiles.

     Hay toda una indústria basada en esos 'gifts' de aluminio: llaveros, abridor de botellas, etc.

     Estaría bien encontrar un día pequeñas (15 o 20 cm) pirámides a escala de la Gran Pirámide, huecas para poder experimentar con ellas.
     Se popularizarían rápidamente, pues hay muchas personas interesadas en ello. Las medidas precisas y los materiales dificultan construirlas, pero de aluminio de una pieza serían excelentes. Así saldríamos de dudas de una vez sobre su eficacia. Los piramidólogos (sic, ninguna facultad emite certificado de esa ciencia) aseguran que hasta un chico de catorce años puede demostrar el efecto piramidal.

      A los fabricantes de gifts no les sería difícil colocarlas.

     A continuación pongo algunas de las medidas exactas para que los efectos piramidales sean efectivos. Estos efectos existen, parece ser, pero no se deben a ningún neutrino, indetectable a menos que se usen medios extraordinarios, y que no se ve afectado por ningún campo electromagnético, atravesando el Universo sin inmutarse, de forma que una pequeña obra humana, como la de Keops, ni la ven. Es dudoso que tal partícula inerte, sin carga y sin apenas masa, se acumule en ninguna pirámide. ¿Entonces?

     Internet está lleno de páginas que otorgan al neutrino la responsabilidad de cualquier efecto que devenga del uso de pirámides, y aseguran saber qué forma tiene el hipotético campo de neutrinos (sic), que aseguran que se forma en una pirámide cuando, en realidad, no hay forma humana de detenerles.

     Así que salgamos de dudas: si es tan sencilla la demostración, llénennos de pirámides de aluminio para experimentar.


     Para la de quince centímetros, tendría de base 23,56 cm; de arista 22,42 cm y de apotema 19,18 cm.
     Para la de 20 cm, base de 31,41 cm; arista 29,89 cm y apotema 25,58 cm.

     Por supuesto, hay muchas otras medidas. Para 30 cm de alto serían base 47,12 cm; arista 4483 cm y  apotema 38,37 cm.

     Para otras medidas, o bien aplican las ecuaciones siguientes:

O bien buscan en Piramicasa.com las distintas medidas: