lunes, 21 de septiembre de 2015

Comida solidaria.

     De nuevo la entrada no es un invento, sino una idea.
     Y la idea consiste en abaratar los costos de las comidas preparadas, la mayor parte de los cuales se los lleva la apariencia de la envoltura y de la comida, y la publicidad.

     Si un laboratorio elaborase un simple potingue con los nutrientes necesarios (que incluiría algunos que hay que comprar separadamente), sin bonitos envases, sino un simple envoltorio higiénico y SI UNA GENERACIÓN ENTERA se comprometiese a alimentarse con eso, comer lo esencial y no por el paladar, el producto sería rentable y podría terminar con el hambre en el mundo.

     La situación actual exige compromisos y sacrificios. Empecemos a actuar como una especie unida, puesto que es lo que somos. Estamos interconectados. La desgracia de unos repercutirá sobre todos (sobre todo si esa desgracia es fruto de un sistema equivocado y poco cuántico, es decir, poco realista).

     Control de natalidad, equilibrio ecoholístico. Reparto equitativo y científico de los recursos, y no político o económico.

    Al fin un Planeta civilizado. ('¿Habrá vida inteligente en la Tierra?')


sábado, 19 de septiembre de 2015

Monopatín volador sobre cualquier superficie.

     Reconozco que esta entrada es un 'patinazo'. Porque su tecnología todavía no existe.
     Sin embargo, la idea puede inspirar a algún otro invento (quien sabe, quizá se pueda aplicar al nuevo patín volador de alguna manera que no se me ha ocurrido, quizá inyectado electrones al terreno...)


     Me explico: el patín volador se basa en la repulsión de cargas del mismo signo, pero al estar basado en campos electromagnéticos, precisa un terreno metálico... ¡adiós a la libertad del skater!

     Yo imagino un paso previo al patín antigravitatorio, que es lo ideal, que sería el patín protónico (o mejor aún, positrónico al estilo Asimov).
     Funcionaría con una base cargada de positrones (o en su defecto de protones) y flotaría en una nube de las mismas partículas inyectadas por un motor unido a dos toberas que cargarían positivamente el terreno.

     En fin, 'soñar es necesario', como decía en su programa de tv Luis Miravitlles, que tanto hizo en la divulgación científica.


    ¿Y si la compañía Lexus que ha fabricado el patín volador inyectase una nube electrónica bajo su patín, quizá por medio de algún gas ionizado?