Esta entrada es para una de aquellas ideas que puede que se usen dentro de varios cientos de años... o pasado mañana.
En la primera entrada de mi blog parslik.blogspot.com.es , postulo que quizá el Universo tiene una infraestructura tal que le permite compartir información sin límite de distancia ni tiempo. Quizá a eso se debería, digo, el extraño fenómeno del enmarañamiento cuántico de dos partículas que se crearon por la destrucción de otra. Tales partículas nacen con spines contrarios y sin importar la distancia, reaccionan instantáneamente (más allá de la velocidad de la luz) a las alteraciones que sufra cualquiera de ellas. Si se le invierte el spin a una, el de la otra se invierte también.
Así que mi propuesta es que las partículas, en realidad, son como rizos de la propia urdimbre del espacio tiempo y hay un nivel de esa urdimbre que mantiene conectadas todas las partes del Universo en forma instantánea.
Cuando la Ciencia descubra esto (si es que es así), y muy posiblemente tome la forma de alguna clase de ondas en varias dimensiones, se podrá construir receptores emisores cuánticos de información que permitirán visualizar cualquier lugar del Universo al instante. Antes o después se aprenderá a captar estas ondas de información que unen todo el Universo y se podrá sintonizar cualquier rincón del mismo. Surgirá el problema de la intimidad en esa lejana civilización que lo consiga.
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